2012.08.31 – El estructuralismo de Sneed y las «ficciones estilísticas» de Santos Zunzunegui

Habría que hacer una interpretación no formalizada del estructuralismo de Sneed. Las teorías científicas se entenderían como un conjunto unívocamente definido de términos cuya aplicación al material empírico resulta pacífica (p. ej. toda la comunidad científica comparte sin discusión el significado y la aplicación de términos como “fonema”, “sujeto”, etc.; lo mismo podría decirse de conceptos como “narrador”, “elipsis”, etc.; siempre habrá discusiones acerca de estos mismos términos, pero esas discusiones tendrán siempre como objetivo el consenso de los científicos; otro motivo de discusión es la aplicación de los conceptos a su material empírico).

Concepto de “ficción estilística” de Santos Zunzunegui, citado por Luis Miranda en Takeshi Kitano, p.96, n. 71: “Con tanta cautela teórica como espíritu polémico, Santos Zunzunegui definía en su libro sobre Robert Bresson, publicado en esta misma colección, la imposibilidad de considerar el objetivo mismo de su análisis – un sistema estilístico, el sistema-Bresson – como otra cosa que una «ficción». En efecto, el sistema estilístico, tal como aquí será considerado, no define un modelo de producción de formas, sino un modelo de «lectura», en el que además tiene más peso lo que permanece que lo que cambia.” Sería más apropiado hablar de “construcción” en vez de “ficción”: este término tiene una connotación negativa, como si lo creado por el científico fuena una invención ajena a la auténtica realidad, de inferior categoría que ésta. Sin embargo, lo construido por el científico es tan real como el material empírico del que parte. Por otro lado, no existe una “teoría real” opuesta a las “ficciones teóricas”: toda teoría es ficción, construcción.

Igual que se puede aplicar al estudio del cine o la literatura, el “sistema estilístico” concebido como una ficción también puede aplicarse al análisis del segundo grado, esto es, al esquema teórico (o al paradigma) del que se sirve el que analiza el cine o la literatura. Lo que hace el “metacientífico” con el científico es lo mismo que hace el científico con su material empírico. De lo que se trata es de “decir algo” sobre ese material empírico, con el objetivo de que esas afirmaciones logren la aceptación de la comunidad científica que constituye su público potencial. Para ello el científico deberá servirse de la terminología y de los procedimientos ya existentes, o bien deberá introducir en ellos las modificaciones que crea oportunas siempre que consiga convencer de su oportunidad y validez. Los criterios de validez de un trabajo científico son “trascendentales” al propio sujeto: éste no puede elegirlos, debe aceptar las normas propias de la comunidad científica en que está instalado. (De ahí la diferencia entre “paradigma” y “teoría”).

De lo que se trata es de establecer un modelo de comprensión de esas teorías, que permita ser aplicado a cualquier ejemplo posible. Habría que identificar una serie de “componentes trascendentales” de cualquier trabajo científico; por ejemplo: material empírico, términos (con distintos niveles: términos descriptivos y términos teóricos, en función de su mayor o menor distancia al material empírico), normas de aplicación de los términos, estructura argumental, tipo de conclusión buscada…