Sobre la autonomía de las ciencias: ejemplo de la lingüística, en la que se han perfilado con nitidez distintos niveles de análisis: fonético, fonológico, morfológico, sintáctico, pragmático; todos ellos son irreductibles entre sí, a pesar de los intentos que se han realizado desde algunas de esas disciplinas, especialmente desde la pragmática (Grice). El análisis fonológico de una expresión no nos dice nada sobre su posible análisis morfológico, pero sin embargo la distinción entre fonemas presupone la diferencia de significado: la autonomía de cada estrato es siempre una autonomía relativa, en interacción continua con otras disciplinas lingüísticas y extralingüísticas (p. ej. el contexto histórico y social). La “clausura” de cada disciplina nunca es completa, al menos a nivel teórico, epistemológico, ya que en la práctica los científicos sí que operan con relativa indiferencia hacia las otras disciplinas (no puede ser de otra manera: un científico tiene que “ir a lo suyo”: Kuhn).
Buscar dentro de la lingüística análisis epistemológicos sobre la diferenciación interna de la disciplina y sobre la relación entre los diferentes estratos y las distintas tradiciones de investigación. Posible pirámide de disciplinas: fonética, fonología, morfología, sintaxis, pragmática, análisis literario… y las disciplinas sociológicas e históricas como variantes diatópicas y diacrónicas de cada uno de los estratos (debe haber muchas más similitudes metodológicas entre la historia del lenguaje y la historia de la literatura que entre la fonética y la pragmática).
Analogía con lo que sucede en las ciencias de la naturaleza: física, química, geología, biología, etc.